Siguiendo la linea de nuestro post "¿Que son las IAA?" y para que este blog sirva de recurso para que todas aquellas personas interesadas puedan saber más sobre nuestro trabajo, hoy queremos hablaros un poco sobre nuestra metodología de intervención.
Empecemos por establecer que en esta disciplina no hay verdades absolutas, y que por tanto existen metodologías que difieren de la nuestra y que pueden ser completamente válidas, si cumplen lo expuesto en el post referenciado arriba.
Nosotros utilizamos la metodología que entendemos que cubre mejor todos los aspectos que para nosotros son importantes (profesionalidad, bienestar de los participantes, bienestar animal, desempeño del perro de intervención, y consecución de objetivos). No es una metodología que hayamos inventado nosotros ni mucho menos, sino que multitud de entidades en España y en el resto del mundo utilizan la misma estructura de equipo para intervenir.
El número de profesionales que participan en una sesión de intervención asistida con perros y su rol dentro de la sesión es uno de los elementos principales de una metodología de intervención, y uno de los más específicos de este tipo de intervención.
En nuestro caso, en todas las sesiones, sea terapia, educación o actividades, hay dos profesionales propios de la Asociación que tienen que estar presentes.
La interventora es la profesional que cuenta con conocimientos del tipo de intervención que se va a llevar a cabo, además de conocimientos y experiencia propia en IAP (intervenciones asistidas con perros). Los conocimientos del tipo de intervención vienen dados por su perfil profesional y formación previa (Magisterio entre otras titulaciones si es un proyecto educativo, psicología si hablamos de terapia, etc.) Como no nos cansamos de repetir, las IAP no son una disciplina que surge "de la nada" sino que incorpora la participación de un animal preparado a un tipo de proceso (educativo, terapéutico, etc) que ya existe sin la participación del animal. Las IAP buscan lo mismo que sus equivalentes sin perro, pero con las ventajas y beneficios que puede aportar la participación de un perro.
Esas ventajas y esos beneficios sí son los conocimientos específicos en IAP que Entrecanes ha reunido con la formación propia y previa de su equipo fundacional, su formación continua, y su experiencia de 7 años; y son los que transmite a los profesionales que incorpora a su equipo o a los que forma. Los conocimientos mínimos y específicos sobre comportamiento, fisiología, bienestar canino que necesita una interventora para comunicarse con el otro elemento del equipo, el guía canino, también forman parte de los conocimientos específicos de IAP.
El guía canino es un profesional que previamente a formarse en IAP se ha formado en adiestramiento canino, que conoce el mundo canino y que tiene sólidos conocimientos sobre la fisiología, el comportamiento y el aprendizaje de los perros. Sin ese conocimiento previo tampoco puede incorporarse al trabajo en IAP, puesto que al igual que la interventora, estos conocimientos no son específicos de las IAP, sino necesarios para poder entender la formación especifica en intervenciones. En el caso de los guías caninos, si no tienen formación en la parte que tiene que ver con las personas usuarias, reciben una mínima formación sobre cómo interactuar con ellos en sesión, aspectos a tener en cuenta, etc. Además, reciben la formación especifica de la parte canina de las IAP, bienestar, protocolos de gestión emocional y de stress, necesidades especificas del perro de intervención, desempeño en sesión, colectivos, manejo y guía antes, durante y después de sesión, etc.
La presencia de los dos profesionales en cada sesión garantiza que los otros dos participantes de la sesión, que son lógicamente el perro de intervención y el usuario o usuarios con los que se interviene, tengan un profesional dedicado a sus necesidades, bienestar, y consecución de objetivos.
Por lo tanto el rol de la interventora incluye, entre otros;
-Atención y trabajo con los usuarios en la sesión
-Diseño, desarrollo y evaluación de las dinámicas o actividades a llevar a cabo durante la sesión
-Apoyo a los usuarios durante el desarrollo de las dinámicas o actividades.
Todo esto, dentro de la propia sesión. Al trabajo previo y posterior de la interventora, que en muchas ocasiones también es la responsable de cada proyecto y por tanto tiene múltiples responsabilidades adicionales, le dedicaremos un articulo especifico.
El rol del guía canino incluye, entre otros;
-La seguridad de todos los participantes (humanos y animales) en la sesión.
-El análisis, apoyo y control del desempeño del perro en la sesión.
-El análisis, apoyo y control del bienestar del perro en la sesión.
-Ayudar a la comunicación entre la interventora y el perro, y entre los usuarios y el perro.
De igual forma, las responsabilidades del guía canino también se extienden antes y después de sesión, e igualmente le dedicaremos un post en exclusiva a las mismas.
Es importante hacer un inciso en cuanto al aspecto de la seguridad. Dedicaremos también artículos al adiestramiento y selección del perro de intervención, pero como tampoco nos cansamos de repetir, no cualquier perro puede ser un perro de intervención. Nuestros perros pasan un largo periodo de adiestramiento, entrenamiento, selección, y revisión constante que nos hace estar seguros en un porcentaje muy alto de que no van a tener comportamientos inadecuados en una sesión. Pero siguen siendo animales que pueden encontrarse con comportamientos o circunstancias que les superen, y ese aspecto es una de las responsabilidades principales del guía canino. Analizar, controlar, anticipar en el desarrollo de una sesión si existen circunstancias que el perro no puede gestionar por si solo y eliminar esas circunstancias. Lo que sí es mas común, por las características de los usuarios con los que trabajamos, es que la seguridad del perro pueda estar en riesgo (siempre de forma involuntaria de parte de los usuarios, por supuesto) y esta también es una de las funciones principales del guía canino.
El rol del perro de intervención varia enormemente dependiendo del tipo de intervención pero de forma genérica suele incluir;
-Generar, con su mera presencia, un clima agradable y lúdico dentro de la sesión
-Apoyar las dinámicas o actividades que plantea la interventora
-Interactuar con los usuarios dentro de la sesión
Para que pueda realizar estas labores, es imprescindible que el perro este seguro y cómodo dentro de la sesión, y esto es labor tanto del guía canino como del propio diseño de la sesión por parte de la interventora.
Con este reparto de roles y tareas dentro de sesión, cerramos este primer post sobre nuestra metodología, para en artículos posteriores analizar otros aspectos muy importantes como pueden ser el establecimiento de los objetivos, el diseño de la sesión, al evaluación y seguimiento de los proyectos, y demás aspectos de nuestra metodología de trabajo.
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