Aira es actualmente la más veterana de nuestros perros de intervención.
Es una Golden Retriever de pelo blanco con un carácter y una personalidad tremendamente especial. Y con su inconfundible "crestita" en la frente.
Desde luego, le encanta la gente. Es extremadamente sociable. También tiene, por supuesto, un carácter muy muy tranquilo. Y una casi perfecta gestión emocional y de stress.
Todo ello unido a su larga experiencia en intervenciones (más de 6 años) hacen de ella una perra perfecta para entornos nuevos, o muy exigentes. Como hemos explicado en otros posts, no todos los perros de intervención pueden trabajar en todos los ambientes, o en todos los colectivos, pero muchos de nuestros perros realmente son perros "todoterreno", y Aira destaca en esta categoría.
Es además, muy, muy profesional., Siempre es consciente de cuando se está en un ambiente de trabajo y está siempre atenta a su posible participación en la sesión. Además es realmente sensitiva y empática. Podríamos hablar durante horas de su desempeño en sesión, de su certificación en el método "Do as I Do" (del que os hablaremos en un post especifico). Realmente una crack en sesión.
En Entrecanes decimos que los perros tienen "perronalidad" (sí, somos mucho de chistes malos). Y la "perronalidad" de Aira es de lo más marcado.
Es muy muy digna, con un aplomo y una tranquilidad pasmosa, que a veces resulta muy graciosa porque es experta en indicar que le gusta y que no. Es muy exigente con un correcto lenguaje corporal y una buena comunicación de las personas y los perros que interactuan con ella.
Cuando se establece vinculo con ella es un amor, una mimosa que te derrite el corazón al descubrir tanta dulzura después de esa primera impresión de "dignidad". Algunos de los ejemplos más emocionantes de vinculo con los usuarios nos los ha regalado Aira.
Y a riesgo de que su familia humana nos llame cotillas, os contaremos también algún secreto inconfesable de esta líder del equipo canino. Como muchos Golden, le encanta el agua, pero también le encanta enguarrarse, escarbar y esas cosas que hacen los perros cuando pueden ser perros, que en el caso de los nuestros y siempre será así, es la mayoría del tiempo.
Por estas razones y por todo lo que hemos vivido con ella durante estos años, no se nos ocurre otra forma para cerrar este post que dar las gracias a Aira por enseñarnos a aceptar los ritmos de cada uno desde el respeto y el trabajo en equipo.
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